(Redacción por David Gallardo) El exministro Andrés Izarra considera que Tareck El Aissami no irá preso por el caso de corrupción en Pdvsa, porque conoce muchos secretos de Nicolás Maduro y Cilia Flores.

Izarra, quien fue ministro de Comunicación de Hugo Chávez y de Turismo de Nicolás Maduro, actualmente vive en el exilio en Berlín, Alemania, luego que incautaran todas sus propiedades en Venezuela por oponerse a la dictadura.

El caso de Izarra es excepcional dentro de las filas del chavismo: periodista de profesión, que ejerció como gerente de producción de Radio Caracas Televisión (RCTV), pero renunció por «diferencias éticas» sobre cómo el canal buscaba cubrir las noticias sobre el paro petrolero y golpe de estado al presidente fallecido Hugo Chávez en el 2002. Esta posición le ayudó a darse a conocer entre los partidarios del gobierno.

Referente a este tema, Izarra declara que le dolió más la forma como se cubrieron los hechos del 2002 que el cierre de RCTV en el 2007. «Me rebelé contra la censura y del uso de los periodistas y camarógrafos como carne de cañada para los propósitos de los dueños», comentó el exministro sobre los motivos de su renuncia al canal.

La diferencia entre Chávez y Nicolás Maduro

Izarra no solo fue ministro de Comunicación e Información de Hugo Chávez, sino también de Turismo en el régimen de Maduro, por lo cual puede diferenciar las dos metódicas de trabajo que ambos tienen. «Chávez era un hombre muy carismático y disciplinado, yo por ser ministro de comunicación, debía tener conversaciones con él todo el día, por eso me despertaba temprano para llamarlo, si era al revés de seguro mi día no empezaba con buen pie», explicó Izarra.

El exministro aclaró que Nicolás Maduro es también una persona trabajadora, que constantemente se encuentra realizando actividades, pero hace la diferencia desde el carácter, comentando que el dictador es mucho más serio.

Esta no es la única diferencia que consigue Izarra, quien continúa siendo seguidor de las ideas chavistas. «Chávez tenía todo el poder concentrado en él (…) tomaba solo todas las decisiones, pero Nicolás Maduro tiene el poder diluido entre diferentes personas dentro del régimen», analizó.

Izarra declaró que el poder diluido responde a que existen diferentes áreas dentro del mismo PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y poco a poco se apoderan de terrenos de poder.

El exministro también considera que el gobierno de Chávez buscaba una dirección socialista, mientras que Maduro tiene una dirección «neoliberal» y represiva. «Es importante que se entienda que el plan de Maduro no es el de Chávez a pesar de haber sido heredado», complementó.

Izarra también desconoce que los regímenes de Nicaragua y Cuba sean de izquierda política, de hecho considera que «son lo más parecido a una dictadura de derecha».

Izarra se separó de las líneas del régimen de Maduro en el 2017 cuando admitió que era necesario un cambio de liderazgo dentro de las filas socialistas del país, es por eso que actualmente continúa dudando de la verdadera influencia del dictador, incluso dejando en duda si realmente ganó las elecciones presidenciales en contra de Henrique Capriles Radonski en el 2013.

El mayor conflicto sobre Maduro ascendiendo al poder dentro de las filas del gobierno fue que Chávez no cultivó a un sucesor desde el principio, explica Izarra, que era muy celoso con el poder, no obstante cree que los cubanos influyeron en el presidente fallecido en la decisión de tomarse el tratamiento contra el cáncer allá. «Creo que él pensó que no iba a morir», agregó.

Tareck El Aissami versus el régimen

Tareck El Aissami no irá preso, en consideración de Izarra, porque conoce los «pecadillos» de Nicolás Maduro y Cilia Flores. Esta tesis del futuro del exministro de Petróleo no es la primera vez que retumba dentro de la opinión pública venezolana y esto es por la trayectoria política que ha tenido El Aissami desde el gobierno de Chávez.

Izarra rescata que El Aissami «no es un delincuente, es un político», a pesar de ser protagonista del escándalo producido por la trama de corrupción que tiene Pdvsa, la cual no puede responder por la desaparición de más de 20 mil millones de dólares. No obstante, Izarra también explica que Tareck tuvo demasiado poder concentrado por su puesto ministerial y su trabajo como viceministro de finanzas. A su vez, también se aclara que el exministro de petróleo tiene muchos contactos, e influencias que lo ayudarían en caso de ser detenido.

Jamás se ha podido ocultar la ambición de El Aissami de ser presidente de Venezuela en algún momento, pero todas las acusaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la recompensa por su captura y los escándalos relacionados a otros crímenes lo dejan sin mucha oportunidad para rellenar el cargo ejecutivo más importante del país.

Izarra explicó que el conflicto con El Aissami no fue porque no repartiera el dinero, sino por el poder, puesto que el exministro de Comunicación considera que el régimen de Maduro es un gobierno de mafiosos que cada uno quiere su parte.

Es justo aquí donde entran Delcy y Jorge Rodríguez en la palestra. Ambos hermanos y que se han instalado en puestos importantes dentro del régimen, influyendo y dictaminando los siguientes pasos de la dictadura. «El objetivo de Jorge Rodríguez siempre ha sido ser presidente», confesó Izarra.

Además el poder que tienen los hermanos Rodríguez se basa en la comunicación que tienen con la Comunidad Internacional, incluso con Estados Unidos. «Hasta ahora Chevron es la única empresa con que el régimen hace negocios, pero se quiere hacen expansiones, inversiones y nuevos negocios para aumentar la producción de petróleo en Venezuela, pero estas conversaciones siempre se frenaban por el prontuario criminal que tiene El Aissami en el exterior, por lo cual se volvió un obstáculo para los hermanos Rodríguez», comentó Izarra.

La represión

Con referente al comportamiento represivo que tiene la dictadura de Maduro, Izarra aclara que ni Delcy y Jorge son represivos, sino que su objetivo es mucho más político puesto que no solo cargan con las conversaciones con el exterior, sino que son los puentes del diálogo con la oposición.

Pero cuando de represión se habla, Andrés Izarra no se detiene en denunciar que Nicolás Maduro y Cilia Flores son quenes orquestan todos los crímenes desde su brazo ejecutor: La Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

El exministro también reiteró que Cilia Flores es el brazo judicial del régimen, puesto que tiene todas las conexiones y mandatos dentro del poder judicial.

Hablando de los cabecillas más importantes del régimen, Izarra comenta que Padrino López tiene una cierta estabilidad dentro del régimen por sus negocios e influencia en las filas militares, pero que en unos comicios electorales, «se lo comerían vivo». Mientras que cuando se habla de Diosdado Cabello, no se logra entender cómo se deja pisotear por Nicolás Maduro, incluso mostrándose como uno de los «maduristas» más fieles dentro del régimen.

El chavismo

Si bien Izarra explica que el plan de gobierno de Maduro no se parece nada al de Chávez, sus filas no son la diferencia, por lo cual Izarra comentó que la verdadera oposición al régimen son los chavistas, colocando incluso como ejemplo a Miguel Rodríguez Torres, quien hace poco fue exiliado a España luego de cinco años preso en Venezuela.

«Creo que Miguel Rodríguez Torres es una figura que aglutina muy bien los pensamientos del chavismo», añadió Izarra quizás tomando una apología que sería un buen contrincante de Maduro.

Actualmente Izarra vive en Berlín, Alemania, siendo sus hijos el motivo del porqué terminó viviendo allí, sin lugar a dudas podría regresar a Venezuela para apoyar la recuperación del estado de Derecho, es por eso que considera que las elecciones presidenciales del 2024 son una oportunidad tan importante para cambiar el destino de Venezuela.